Héctor Cordero
Invisible killers
5 octubre - 10:00 am
Teatro Municipal de Lloret de Mar
Auditorio principal
La luz y el vidrio reflectante actúan como asesinos invisibles para las aves migratorias. Las colisiones con edificios, y en particular con ventanas, son una gran amenaza antropogénica para las aves, con estimaciones aproximadas de mil millones de aves muertas anualmente en los Estados Unidos.
Por un lado, las aves migratorias nocturnas se sienten atraídas por las luces en estructuras como torres de comunicación y edificios altos, especialmente en noches con niebla o nubes bajas. Debido a la atracción de la luz, las aves pueden desorientarse y quedar atrapadas, muchas de ellas chocando fatalmente o agotándose, lo que las hace más vulnerables a la depredación.
Por otro lado, el vidrio puede actuar como un espejo para las aves migratorias diurnas que intentan alcanzar las imágenes reflejadas en el vidrio, golpeándolo y causando lesiones que en muchos casos resultan en muerte. En América del Norte, la mayoría de las víctimas de colisiones con ventanas son aves migratorias que se desplazan hacia el norte en primavera para reproducirse en la tundra ártica, o hacia el sur en otoño para pasar el invierno en áreas más cálidas cerca del trópico o incluso en Sudamérica.
En este sentido, la ciudad de Nueva York es una parada clave para las aves migratorias que siguen la ruta del Atlántico. El mayor número de colisiones de aves en la ciudad ocurre tanto en primavera como en otoño, con significativamente más muertes en otoño que en primavera. En colaboración con NYC Audubon, estuve reportando las colisiones de aves en diferentes puntos críticos del centro de Manhattan, así como documentando el trabajo en el Wild Bird Fund, el centro de rehabilitación de vida silvestre que se encarga de las aves heridas.
La colisión de aves es un problema de conservación a gran escala y la segunda causa de mortalidad aviar. Pero la buena noticia es que este problema es prevenible, y todos podemos ayudar utilizando soluciones amigables para las aves en nuestras ventanas. Además, es importante sensibilizar y alcanzar tanto a los gobiernos locales como estatales para lograr un cambio en la legislación que permita la implementación de vidrio amigable con las aves en las ciudades, especialmente en los puntos críticos de colisión, así como apoyar a los desarrolladores y constructores en la implementación de tales infraestructuras.
Héctor Cordero es un biólogo, fotógrafo de conservación y guía de avistamiento de aves de España. Sus inicios en la fotografía de vida silvestre se centraron principalmente en documentar especies, tratando de capturar su belleza. Sin embargo, con el tiempo, se fue dando cuenta de los desafíos y amenazas que enfrentan las especies del planeta, y su fotografía se orientó hacia un enfoque más conservacionista, donde los problemas no se pasan por alto, sino que se fotografían para contar una historia que a veces no todos quieren escuchar o ver.
En los últimos años, en Nueva York, se ha enfocado principalmente en fotografiar los efectos de la luz y el vidrio en la migración de aves, el papel de los centros de rehabilitación que ayudan a las especies, la restauración de áreas sensibles como marismas y zonas costeras, y la reproducción de especies vulnerables y en peligro de extinción. Actualmente, combina sus roles como científico y comunicador con su trabajo como guía de naturaleza y fotógrafo de conservación. También es miembro del jurado en varios concursos internacionales de fotografía de naturaleza y conservación, y es miembro de la Asociación Española de Fotografía de Naturaleza (AEFONA).
En 2023 publicó su primer libro sobre las aves de Nueva York titulado «Central Park: Four Seasons of Birdlife», donde describe la diversidad completa de aves que se pueden ver en la ciudad de Nueva York y los desafíos que enfrentan con esos edificios de vidrio reflectante, acompañado de muchas de sus fotografías premiadas que complementan visualmente la historia.